Por José Agapito Robles/Censura!

El abuso de poder y la censura en Tepic quedaron en evidencia cuando un policía municipal intentó detener al reportero Kevin González por el simple hecho de documentar un hecho delictivo. «¡Date la vuelta!», ordenó el uniformado, asegurando que el comunicador sería arrestado por «falta administrativa» y por «hablarle fuerte».

El verdadero motivo de la agresión fue que el reportero captó imágenes del lugar donde presuntamente se detuvo al responsable del segundo as3sinato registrado en colonia Esperanza de Tepic. Según el policía, los medios de comunicación no pueden fotografiar a los elementos de seguridad, una afirmación ilegal que deja en claro la postura autoritaria de la corporación.

El acto quedó registrado en video, pero la evidencia no le importó al uniformado, quien insistió en llevarse a González ante la Fiscalía. No obstante, su intento de abuso se frustró cuando recibió una llamada de su comandante Venancio y se vio obligado a soltarlo.

Este incidente es solo un reflejo del clima de represión que impera en el gobierno municipal de Geraldine Ponce. La alcaldesa, influenciada por colaboradores que la alientan a actuar con prepotencia, ha convertido a la policía en un brazo represor que opera a conveniencia de su administración, ignorando los derechos ciudadanos y hostigando a la prensa.

El periodista César Gutiérrez, de Reseña Urbana, transmitió el hecho en vivo, dejando en claro la gravedad de este atentado contra la libertad de expresión.

Por su parte, Hugo Daniel Rodríguez Corrales, director de El Sol de Nayarit, anunció acciones legales contra el elemento policiaco, señalando que el ataque contra Kevin González es un delito federal que trasciende la esfera municipal.

Este abuso de autoridad no es un caso aislado, sino parte de una estrategia de intimidación contra la prensa. Mientras Geraldine Ponce se enfoca en el proceso electoral de 2027, la seguridad de los ciudadanos y el respeto a los derechos fundamentales quedan en el olvido.