TELEVISA LEAKS supera lo «sabido», es una daga envenenada en el corazón del monstruoso periodismo actual.
Por Sebastián Zavala
(Segunda parte...)
Telesistema Mexicano (Televisa) se alió abiertamente al gobierno de Luis Echeverría y marcó desde los 70s, el ritmo y el tono de la información y opinión públicas.
Sería en 1976 cuando con una asquerosa campaña contra Excélsior, Televisa se consolida como el «Cuarto Poder», desplazando a la prensa escrita, tras atacar y hacer pedazos al que entonces podía presumir ser uno de los diez periódicos diarios más influyentes y objetivos del planeta.
Casi para finalizar su mandato, el heredero político de Ordaz haría pagar a Julio Scherer y la cooperativa su audacia en el 68 y su férrea oposición al gobierno de Echeverría Álvarez.
BASTÓ UN LATIGAZO
Fue con un golpe de Estado contra Excélsior, que inició una campaña negra de Televisa, y dirigió Fausto Zapata, quien aplicando el clásico «divide y vencerás», sin saberlo estrenó el ahora vigente truco de «chairos» contra «fifis»: los «obreros» sombrerudos que menciona Vicente Leñero en su libro «Los Periodistas», versus los «riquillos» de redacción y dirección.
El ejemplo les quedó muy grabado a los propietarios de medios impresos y electrónicos. Entendieron muy claramente que el gobierno tenía ya el control absoluto del discurso público, mismo que impondría desde entonces por medio de Televisa.
Las campañas negras se volvieron algo habitual en Televisa, cuyo poder creció hasta tener la posibilidad de imponer descaradamente, sin tapujos, al presidente de la República, el títere Enrique Peña Nieto.
SE LES VIENE LA NOCHE
Son ya más de 50 años de manipulación, desinformación y difamación, dirigidas por la televisora y coreadas por lo que quedaba de los medios impresos.
(Tienes que leer «Televisa El Quinto Poder», coordinado por Raúl Trejo Delarbre.)
Aquí podríamos decir que tienen razón los que ante la revelación de #Televisa Leaks, dijeron y dicen sobre la malas praxi de esta empresa: «Ya lo sabíamos ¡Uy qué novedad!»…
Sí, efectivamente, muchos lo sabíamos, porque la desinformación y difamación de Televisa eran abiertas, descaradas, puesto que de llegar a considerarse como ilegales, hubieran ameritado una sanción si acaso económica y muy breve, además de que nadie se atreve -o se atrevía- a enfrentar un juicio contra el consorcio Televisa-Gobierno.
¡PERO!… con los #Televisa Leaks la cosa es muy diferente, dado que aportan pruebas fehacientes de numerosos actos de difamación y otros delitos, que quizá en México pudieran ser considerados leves, pero que en Estados Unidos representan un enorme peligro para la empresa.
Si Televisa guarda silencio ante el golpazo mediático propinado por la periodista Carmen Aristegui, tiene toda la razón para hacerlo, porque directivos y abogados de la televisora saben que están atrapados, y que este escándalo mundial les traerá graves y serias repercusiones.
SILENCIO REVELADOR
¿Y el Gobierno Federal, por qué está tan calladito?…😅
¿Y los chayoteros disfrazados de «prensa»?…
Esto mejor lo dejaremos para la siguiente entrega.
Continuará…