BAHÍA TIMES, Tepic, Nayarit.-El control absoluto: la apuesta autoritaria de la administración universitaria.
Lo que busca la actual administración universitaria no es un secreto: control total, coacción sistemática y represión directa. El objetivo es claro: que ningún docente levante la cabeza, que nadie piense, cuestione o se atreva a alzar la voz. En esta estrategia de sometimiento, el Sindicato de Personal Académico de la Universidad Autónoma de Nayarit (SPAUAN) representa la pieza clave que falta en el rompecabezas autoritario.
Si logran tomar el control del sindicato, se abriría la puerta para despedir, suspender y perseguir a todo aquel profesor que no se alinee. Pero esos sueños de tiranía podrían desmoronarse pronto. Su candidato, Iván Girón, está lejos de representar liderazgo o ética: es un remedo de docente, un parásito institucional y un oportunista profesional. Pero, claro, ese es el verdadero sello de esta administración: premiar la lealtad servil, no el mérito.
Recuérdenme, ¿quién inició con actos de campaña previos a la salida de la convocatoria para el cambio de secretario general de SPAUAN? Todos lo vimos. Así que, ya van un paso atrás, y en dado caso, habrá que denunciar estos actos.
SPAUAN: la pieza clave del poder represivo.
Convertir al sindicato en un brazo más del aparato de control es el siguiente paso lógico para esta administración. Tener al SPAUAN bajo su yugo les permitiría legitimar despidos arbitrarios, sanciones disciplinarias a modo y una vigilancia ideológica interna que aplaste toda disidencia. Cualquier docente que piense, analice o se atreva a alzar la voz sería automáticamente marcado como enemigo interno. Esta es la receta del autoritarismo académico.
Terror institucional: la represión ya está en marcha.
La represión no es una amenaza futura: ya está en marcha y se vive con brutalidad en todas las unidades académicas. La administración central, encabezada por Norma Galván, ha desplegado una campaña de presión, chantaje y vigilancia directa para imponer el voto por su candidato, Iván Girón. Directores y directoras de escuelas, actuando como operadores políticos y no como representantes académicos, obligan a docentes a votar por Girón bajo amenazas veladas y abiertas: quien no esté alineado, será borrado.
Se han reportado represalias contra quienes expresan opiniones contrarias, bloqueos sistemáticos a actividades académicas críticas, censura de reuniones, y manipulación descarada de padrones y asambleas. La democracia universitaria está siendo estrangulada por quienes deberían defenderla. Esta no es una contienda electoral: es una operación de sometimiento.
Detrás de la campaña de Iván Girón hay más que ambición: hay podredumbre. Su casa de campaña parece un basurero político donde convergen exdirectores reciclados, funcionarios desprestigiados y figuras que cargan con señalamientos de corrupción e inmoralidad.
La complicidad del círculo dorado.
Lo más preocupante es que este tipo de conductas no son excepcionales: forman parte de un patrón. Muchos de los directores impuestos son protegidos por la administración y por su inclusión en el llamado “círculo dorado”, ese grupo selecto de funcionarios inamovibles que operan con total impunidad y que podemos encontrar en todas las escuelas de la H. UAN, tales como Ingenierías, Economía, Turismo, Derecho y preparatorias, entre otras, además de las del área de la salud que estaban sometidas por el esposo de la rectora Galván, sin olvidarnos de direcciones y coordinaciones “rehenes” de Maldonado Félix, de muchos ejemplos dejamos solo la dirección de Deportes.
Lo que ocurre en Derecho, Turismo, Medicina y las prepas, son muestras del cáncer que se ha incrustado en toda la universidad: el autoritarismo, la corrupción, el amiguismo y el uso de cargos públicos para beneficio personal. Cuando digo “amiguismo”, me refiero a todos esos arrastrados malparidos que no tienen dignidad y que también les tocan los recortes como a todos, no entienden nada. ¡Habrase visto!
Universidad del Pollo Feliz: el apodo que ya nos retrata.
Mientras se presume una universidad “de excelencia” en los discursos oficiales, la realidad muestra una institución secuestrada por intereses mezquinos y operadores políticos disfrazados de académicos. La Universidad Autónoma de Nayarit se ha convertido, para muchos dentro y fuera, en la “Universidad del Pollo Feliz”: un lugar donde los títulos se reparten entre compadres, los puestos se heredan y la crítica se castiga.
La comunidad universitaria merece más. Merece transparencia, democracia, libertad académica y dignidad. Pero nada de eso podrá existir mientras el poder esté en manos de quienes ven a la universidad como botín, y a los estudiantes y profesores como súbditos.
Lo político y lo académico son cosas distintas.
Por cierto, hoy se llevará a cabo el examen de ingreso de miles de aspirantes a las diferentes carreras que oferta la UAN, les deseamos todo el éxito del mundo a todos y cada uno de ellos y sus familias. La lucha es individual amigos, no se fijen en distracciones.
Antes de agarrar la “corrida” pal’ rancho, voy a llegar por un pollito…