Mientras en los discursos oficiales se proclama un proceso de «limpieza y transparencia» al interior de la Universidad Autónoma de Nayarit (UAN), los hechos muestran una realidad distinta: una pugna de poder cargada de intereses personales, favores políticos y una visible impunidad que continúa deteriorando la institucionalidad universitaria.
En los próximos días se celebrará la elección de la dirigencia del Sindicato de Personal Académico (SPAUAN), una contienda que debería reflejar democracia y pluralidad, pero que hoy está marcada por la sombra de la rectoría y una lucha por el control político de la universidad. Aunque exista un tercero, los principales contendientes son el maestro Jorge González y el maestro Iván Girón.
Una trayectoria sindical vs. un candidato del oficialismo.
Jorge González es un académico con trayectoria en el sindicalismo universitario, conocido por su trabajo de base, empatía y cercanía con los docentes. Y a pesar de la guerra sucia iniciada en su contra, no existen pruebas directas que cuestionen su integridad o su papel dentro del sindicato, la falta de señalamientos concretos en su contra es quizás lo que ha llevado a sus opositores a intentar desacreditarlo mediante vínculos indirectos, más que con argumentos o evidencias.
Iván Girón: una candidatura respaldada por el poder rectoral.
Iván Girón, por su parte, llega a esta contienda con el respaldo evidente de la actual administración rectoral. Su paso por la Secretaría de Investigación y Posgrado terminó de manera abrupta, y aquí si fue diferente, dejó su cargo en medio de señalamientos graves sobre conductas impropias en su oficina. Aunque el caso no se quiso investigar y menos que fuera de dominio público, diversas fuentes internas apuntan a que su salida estuvo vinculada a un grave incidente con una becaria, además de acoso laboral continuo en contra de algunos de sus colaboradores en la misma secretaría, situación que fue encubierta por su cercanía con la rectora Norma Galván y Daniel Mal Llegado Félix.
Este respaldo institucional no es gratuito. Girón representa la continuidad de un proyecto político interno encabezado por la rectora Galván y su esposo, el Mal Llegado, con su séquito de “rehenes” universitarios y conocido entre círculos universitarios por su intervención en áreas sensibles de la administración y, según múltiples testimonios, por ejercer presión a directores de escuelas con unidades de producción a fin de obtener «aportaciones» para intereses ajenos a la academia.
¿Un proyecto familiar en marcha?
Lo que está en juego en esta elección no es solo el liderazgo sindical, sino el control futuro de la universidad. Todo indica que el verdadero interés de Mal Llegado Félix es construir una plataforma que le permita asumir la rectoría, aunque para muchos ya la está ejerciendo, una vez que concluya el mandato de su esposa. Para ello, necesita consolidar aliados estratégicos en puestos clave, como la dirigencia sindical y las direcciones de escuelas, generando un modelo de operación política dentro de la universidad que significa el regreso a las viejas prácticas de cacicazgos universitarios.
Este modelo de captación y control contrasta con el discurso oficial de regeneración institucional. La UAN, hoy sumida en una grave crisis financiera, parece seguir atrapada en redes clientelares que priorizan intereses personales por encima del proyecto académico. Pregúntese en qué rubros se ha avanzado como institución. Pregúntese si sus derechos son respetados y si siente certidumbre por su futuro en la H. UAN.
Un llamado urgente a la comunidad universitaria, a los verdaderos universitarios.
Frente a este panorama, la comunidad universitaria enfrenta una encrucijada: permitir que estos intereses continúen consolidándose o recuperar el rumbo institucional a través de la participación informada y crítica. La transparencia y la rendición de cuentas no pueden ser solo consignas vacías. Es momento de que la Universidad Autónoma de Nayarit se mire con honestidad y actúe en consecuencia.
Hasta que no se investiguen y sancionen los actos que empañan su vida interna, a sabiendas de quiénes son los personajes que no hacen efectiva la justicia para la universidad, cualquier promesa de transformación será solo una narrativa más en la larga historia de simulaciones que han dañado profundamente la confianza de los verdaderos universitarios.
La rifa del tigre.
Hay mucha indignación y enfado en la comunidad docente a causa del recorte de varias prestaciones y modificaciones al contrato colectivo de trabajo, por ese motivo, para el que gane la elección, que se le demande cumplir con las promesas de campaña, para todos, no solamente para su “grupito”.
Vámonos pal’ rancho.