En octubre del año pasado, el todavía magistrado Rodrigo Benítez Pérez habría sufrido un atentado. Los atacantes -dos hombres de aspecto castrense-, supuestamente lo persiguieron desde la sede del Poder Judicial, en el centro de Tepic hasta una calle de la colonia Santa Teresita. Allí, le habrían clavado una navaja en el estómago con la advertencia “haz que parezca un suicidio o tus hijos lo pagarán”.
La denuncia fue presentada el 21 de octubre del año pasado, mismo día que ocurrieron los hechos. El victimario se convirtió en víctima del mismo sistema al que sirvió y del que se aprovechó. Benítez Pérez acusa, en su testimonio, al Dr. Miguel Ángel Navarro, a Gabriel Camarena, a Diana López y a la secretaria general de gobierno, Rocío González, así como a la actual titular del Poder Judicial, Aracely Ávalos Lemus, de ser los responsables de esta agresión.
Mañana, la historia completa, según la versión del exmagistrado. El tema es relevante porque, insisto, Rodrigo Benítez está lejos de ser un inocente perseguido político, pero, de confirmarse los hechos, resultaría una prueba de lo que ya sabemos: el gobierno honesto, humanista y humilde, resultó uno ladrón, soberbio, mezquino y mafioso.