Facundo Cabral decía:
«La vida no te quita cosas: te libera de cosas… te alivia para que vueles más alto, para que alcances la plenitud.
De la cuna a la tumba es una escuela; por eso, lo que llamas problemas, son lecciones.
No perdiste a nadie: El que murió, simplemente se nos adelantó, porque para allá vamos todos. Además, lo mejor de él, el amor, sigue en tu corazón.
No hay muerte… hay mudanza.
Y del otro lado te espera gente maravillosa, tu abuelo y mi madre, que creía que la pobreza está más cerca del amor, porque el dinero nos distrae con demasiadas cosas y nos aleja, porque nos hace desconfiados.
Hay tantas cosas para gozar y nuestro paso por la tierra es tan corto, que sufrir es una pérdida de tiempo.
Tenemos para gozar la nieve del invierno y las flores de la primavera, el chocolate de la Perusa, la baguette francesa, los tacos mexicanos, el vino chileno, los mares y los ríos, el fútbol de los brasileños, Las Mil y Una Noches, la Divina Comedia, el Quijote, el Pedro Páramo, los boleros de Manzanero y las poesías de Whitman; la música de Mahler, Mozart, Chopin, Beethoven; entre tantas otras maravillas.
•Y si tienes cáncer o sida, pueden pasar dos cosas y las dos son buenas:
si te gana, te libera del cuerpo que es tan molesto (tengo hambre, tengo frío, tengo sueño, tengo ganas, tengo razón, tengo dudas)… y si le ganas, serás más humilde, más agradecido… por lo tanto, fácilmente feliz, libre del tremendo peso de la culpa, la responsabilidad y la
vanidad, dispuesto a vivir cada instante profundamente, como debe ser.
•No estás deprimido, estás desocupado.
Ayuda al niño que te necesita, ese niño que será socio de tu hijo. Ayuda a los viejos y los jóvenes te ayudarán cuando lo seas.
Además, el servicio es una felicidad segura, como gozar de la naturaleza y cuidarla para el que vendrá.
Da sin medida y te darán sin medida.
Ama hasta convertirte en lo amado; más aún, hasta convertirte en el mismísimo Amor.
Y que no te confundan unos pocos h0micid@s y su¡c¡das.
•El bien es mayoría, pero no se nota porque es silencioso.
Una bomba hace más ruido que una caricia, pero por cada bomba que destruye, hay millones de caricias que alimentan a la vida. Vale la pena, ¿verdad?.
“Cuando la vida te presente mil razones para llorar, demuéstrale que tienes mil y una razones por las cuales sonreír”…
¿QUIÉN FUE FACUNDO CABRAL?
Rodolfo Enrique Cabral Camiñas (La Plata, Provincia de Buenos Aires, Arg. 22 de mayo de 1937 – Ciudad de Guatemala, 9 de julio de 2011), conocido por su nombre artístico Facundo Cabral, en sus inicios como Indio Gasparino, fue un cantautor, poeta, escritor y filósofo argentino.
Su propuesta artística resulta difícil de encasillar. Aunque compuso canciones y algunas de estas trascendieron a nivel hispanoamericano como «No soy de aquí ni soy de allá», su obra también consistía en contar historias con una estética que entremezclaba la crítica social, sátira, misticismo, cristianismo, anarquismo, optimismo, hedonismo y libertad. En ellas, citaba constantemente a Jesús, Atahualpa Yupanqui, Krishnamurti, Borges, Whitman y Teresa de Calcuta, entre otros.
Al momento de definir su trabajo, Facundo Cabral aseguraba que en vez de trovador o un contador de historias, él representaba lo que en la Edad Media se conocía como «juglar»- artista ambulante que ofrecía su espectáculo (música, teatro, literatura o charlatanería) a cambio de dinero.
En los recitales que realizó, el compositor revelaba algunos aspectos personales de su vida como que no tenía hogar y que recorría el mundo viajando de hotel en hotel. Por eso se autodefinió como «vagabundo first class».
El cantautor fue el único portavoz acerca de su vida y obra. Por ejemplo, el cantante Alberto Cortez —quien realizó extensas giras con el músico— escribió una columna de opinión cuando falleció el cantautor en la que sostenía que
«fue un personaje controversial que se inventó a sí mismo».
Facundo Cabral fue asesinado en Ciudad de Guatemala el 9 de julio de 2011 por sicarios que lo confundieron con un empresario vinculado al narcotráfico. La Unesco ya lo había declarado en 1996 «Mensajero mundial de la paz».
Irónicamente, había sido nominado al premio Nobel de la Paz en 2008.