Por: Ulises Rodríguez
En algún punto de la campaña del 2008, cuando el doctor Navarro era candidato a la presidencia municipal de Tepic y se enfrentaba a una campaña como la de Roberto Sandoval, donde no sólo se había volcado el gobierno estatal a apoyar, sino que contaba con enormes recursos económicos -ahora sabemos su procedencia-, el entonces candidato de la alianza PRD-Verde ecologista se quejaba de la movilización electoral para condicionar el voto en favor del PRI y sus candidatos.
Esa era la primera elección en la que se elegirían los regidores de forma directa y prácticamente había un ejército de operadores políticos dispuestos a movilizar utilizando las más rancias prácticas electorales. En la casa de campaña, el candidato a la alcaldía se quejaba con amargura de la forma en la que estaban condicionando el voto a los sindicalizados y al personal de confianza, de cómo funcionarios públicos operaban electoralmente con recursos públicos, de cómo se prometían recursos en efectivo y espacios laborales a cambio del voto por el PRI.
“Más vale un puño de convencidos que un montón de convenencieros”, solía repetir el doctor Navarro. Ese dicho ilustraba lo que ocurría: era una batalla desigual que se advertía perdida de antemano. A esa sentencia, agregaba “no luchamos contra un partido, luchamos contra el Estado”… y tenía razón. Perdimos aquella campaña y Roberto Sandoval gobernó Tepic entre 2008 y 2011. Después fue gobernador y en algún punto, los adversarios electorales coincidieron nuevamente amén de las complicidades inconfesables que se esconden detrás del telón del poder.
¿por qué rememoro lo anterior? Porque ayer que me describían, varias personas, las reuniones a las que fueron convocados para darles “el material de trabajo” con el que movilizarían durante los días que restan para la elección del primero de junio, donde se elegirán juzgadores locales y federales, recordé aquellas reuniones de las que, con tanta frustración y razón se quejaba el doctor Navarro. Ahora él, desde el poder, hace exactamente lo mismo que hacían Ney y Sandoval, a quienes tanto criticaba.
Mientras todos los días habla de honestidad, enfundado en sus guayaberas blancas, con la sonrisa en los labios, se comporta como un déspota. Alguien que parece haber perdido en algún lado los anhelos democráticos que alguna vez dijo tener. En las reuniones de los últimos días, funcionarios federales y estatales, así como integrantes de MORENA, les dijeron a sus movilizadores -a quienes les pagan entre 8 y 12 mil pesos mensuales, además de ayudas para gasolina y gestiones del gobierno estatal y algunos municipios-, que sacaran a las calles a movilizar a los empleados de confianza y a la estructura del partido. La meta, según lo ha dicho Elizabeth López Blanco, es sacar a votar a 200 mil nayaritas en una elección que, prácticamente, ya está definida.
En esa reunión, además de los insumos antes mencionados, se les entregó una lista que debe servir de guía para inducir el voto en favor de los candidatos del régimen, esos que garantizan continuidad y docilidad frente al Poder Ejecutivo y, sobre todo, frente a la mafia del poder que los necesita en los espacios de juzgadores para seguir protegiendo sus latrocinios, que no son pocos.
De esa forma, un proceso electoral derivado de una elección que prometía acabar con los lujos y la corrupción en el poder judicial se convirtió en un proceso electoral innecesario, que ha costado en Nayarit alrededor de 35 millones de pesos al Instituto Estatal Electoral y en el que, en movilización electoral, pintas, lonas, etc. se ha invertido poco más de 50 millones, -según fuentes del gobierno estatal y del interior de MORENA-, prácticamente seguirán en sus cargos la mayoría de los magistrados que actualmente están en funciones. Sí, los mismos que hoy no resuelven un asunto si no reciben indicaciones del subfiscal Daniel Araujo, operador jurídico de Gabriel Camarena y de Diana López Zurita; si no reciben una indicación de la Lic. Rocío Esther González y de su esposo, el notario -siempre bien peinado- Pepe Espinoza, mismo que hoy tiene una influencia que ya hubiera querido en los tiempos de Roberto Sandoval.
Comparto a continuación la lista que varias personas me han hecho llegar y que, seguramente, durante los próximos días veremos en manos de todos los movilizadores que, bajo el sol, sacan a la gente a votar, no por convicción propia, sino por el temor de perder su empleo, por el anhelo de mejorar sus condiciones laborales o de ingresar al gobierno de un hombre que, hace algunos años, se hubiera indignado por la forma en la que él mismo ahora se aprovecha de la necesidad de las personas.
¿Más vale un puño de convencidos que un montón de amenazados? Yo, pese a todo, creo que sí.
ESCENA POSTCRÉDITOS: A las personas con las que coincidí en la reunión para analizar a los candidatos a juzgadores, les haré llegar, además de esta lista, los nombres de quienes la integran, los antecedentes y la información que hasta ahora se ha recabado sobre todos los aspirantes. En una elección, siempre hay sorpresas y ojalá esta no sea la excepción. Si les interesa dicha información, pueden enviarme también un mensaje privado para hacerla llegar.
ESCENA POSTCRÉDITOS DOS: Esta coyuntura sería extraordinaria para que, los candidatos independientes a juzgadores se organizaran y tomaran acciones al respecto. Son personas preparadas, no son ilusos y saben a lo que se enfrentan. Sólo sin miedo y Unidos, podrán hacer frente a esta embestida.