*El pueblo se canso

El gobierno y quienes están al frente, no comprenden o no intentan entender, que la gente, el pueblo, ya está hasta la mother de tanta inseguridad que se vive en el país.

El caso de Sinaloa (aún gobernado por el morenista Rubén Rocha Moya), es el punto de ebullición de un encabronamiento popular que se ha venido procesando con condimentos aportados por la ineficiencia de quiénes deben garantizar precisamente seguridad.

El ciudadano mis estimados, quiere salir de sus trabajos tranquilo, pasear con sus familias en paz sin el constante temor y angustia, de ver si será asaltado, levantado, o de plano asesinado por alguna banda de delincuentes que operan en el país, o por los propios guardianes del orden en cualesquiera de sus mandos.

A la clase política mexicana, en su mayoría, le está valiendo mother lo que vive en el día a día la población.

En lo personal, he sostenido que la mayoría de los políticos, sólo están preocupados por salir de piojos y jodidos junto con sus respectivas familias, sus amigos y sus compadres. Los demás, que le busquen como puedan… si es que pueden, claro.

Aquí, no hay mesías ni políticos que trabajen por el pueblo, eso sólo es un discurso bastante desgastado y devaluado que utiliza la clase política en campaña para engatusar al elector para que vote a su favor y llegue al poder político y económico, y así tener la posibilidad de administrar el botín, perdón, el dinero público.

La debilidad por obtener el dinero fácil de la clase política, desafortunadamente, es una constante que camina de la mano con ellos.

Ejemplos sobran desde las cúpulas del poder concentradas en la capital del país, hasta el rincón más apartado de nuestro territorio nacional.

Debemos tener presente y entender, que los gobiernos no tienen dinero. No son empresas.

El dinero, lo aporta el pueblo al pagar sus impuestos para que sean administrados por quienes se eligen para tales responsabilidades, no para que lleguen y los roben, ignoren y repriman al ciudadano.

La gente paga sus impuestos esperando que el estado mexicano le garantice seguridad, salud, educación de calidad, servicios públicos, etc.

No paga impuestos para que los repriman, los manden a la chingada, los secuestren, o los asesinen.

Y de eso mis estimados, el pueblo bueno se cansó…

En este triste y lamentable escenario, el problema también, es que no existe oposición.

Los que se dicen políticos de oposición, en su mayoría sólo son un grupo de personajes con «largas colas» intentando negociar con el grupo de mayoría para salvarse de la cárcel.

Qué hay buenos políticos, por supuesto que los hay, pero son muy contados…Sobre el particular, escribimos en la próxima entrega.

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