Por: Ulises Rodríguez
La tarde era lluviosa y, en una pequeña sala del café Luna, un buen amigo y yo teníamos ya cuarenta minutos conversando. No diré su nombre -por razones obvias-, pero sí me atreveré a relatar, con su autorización, la confidencia que esa tarde me hizo.
- ¿Por qué crees que el gobernador no va a la feria de Nayarit en California? – me preguntó, bajando la voz y aproximándose hacia donde yo estaba.
-Creo que no le gustan mucho esos eventos- le respondí convencido de mi respuesta.
-Puede ser, pero con cientos de miles de nayaritas radicados en ese país, la mayoría de ellos en California, ¿no crees que, un gobernador, aunque no le gusten esas actividades, debería ir? Además, piensa que, en buena medida, nuestra economía se sostiene de las remesas de nuestros hermanos radicados allá.
-Tiene usted razón- concedí.
-No va porque está siendo investigado, junto con otros políticos mexicanos, por el tema del huachicol. Las autoridades de Estados Unidos lo tienen en la mira- me dijo.
A mi amigo se lo dijo alguien del círculo más cercano del exalcalde de California, Antonio Villaraigosa, quien tiene estrechos vínculos familiares en Nayarit. El amigo con el que conversé esa tarde suele siempre estar bien informado y jamás me atrevería a cuestionar sus conexiones y fuentes de información, me consta que son fidedignas. No obstante, no le di mayor interés al comentario.
La realidad nos alcanzó y lo que me dijo mi amigo esa tarde se ha ido confirmando de a poco. Las investigaciones de Anabel Hernández, sobre la forma en la que el crimen organizado financió a candidatos de MORENA en el 2021. Ha sido particularmente explícita en el caso del gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha. Pese al estilo que podamos cuestionar de Anabel Hernández, no podemos cuestionar que sus tesis se han ido cumpliendo una a una, igual en el caso de García Luna que con gobernadores de la época del PRI y, más recientemente, con destacados miembros de la nomenklatura morenista en México. A principios de esta semana, la noticia de que el gobierno de Estados Unidos había retirado la visa a la gobernadora de Baja California, Marina del Pilar y a su esposo, cimbró al oficialismo. Contrario a su costumbre, ningún gobernador salió a firmar un desplegado en apoyo a su compañera.
La paranoia se instaló, en cambio, en Sinaloa, Tamaulipas y Nayarit. Mientras en Sinaloa se han documentado hasta el cansancio los vínculos del gobernador Rubén Rocha con grupos del crimen organizado, para los gobiernos de Américo Villarreal en Tamaulipas y el del Dr. Miguel Ángel Navarro Quintero en Nayarit, su asociación con la familia Carmona es un fantasma que los persigue y se aparece, cada vez con mayor frecuencia, amenazando con convertirse en el escándalo del fin del sexenio.
Una persona muy cercana al gobernador Navarro quien fue parte fundamental de su administración durante los primeros años, me dijo hace meses, mientras desayunábamos un tasajo, cómo había funcionado el financiamiento de los hermanos Carmona en el 2021. Su versión corrobora lo dicho por otro excolaborador clave del doctor Navarro, Rodrigo Benítez. En un extenso posteo del 16 de diciembre, Benítez Pérez narra cómo el propio Gabriel Camarena estaba a disgusto con la cercanía entre los hermanos Carmona y el doctor, quien había recibido viajes en avión privado, el préstamo de vehículos de lujo blindados y millonarias entregas de dinero en efectivo para financiar su campaña del 2021, así como la de diversos candidatos que él consideraba prioritarios.
Otro dato revelador: pese a ser presidente de la comisión de salud del senado de la república en la pasada legislatura, la mayoría del trabajo legislativo del doctor Navarro se centró en temas aduanales. En todas las iniciativas presentadas por él en la materia, siempre estuvo acompañado por dos compañeros legisladores que suscribían dichas propuestas de reforma: los entonces senadores Pedro Haces Barba y Américo Villarreal. Del también dirigente sindical no es extraño, pero ¿qué hacen dos médicos de profesión legislando en materia aduanera? Los hilos se conectan ¿acaso desde el senado respondían a los intereses de los hermanos Carmona a sabiendas de que serían ellos los que financiarían las campañas para ganar la mayor cantidad de gubernaturas en el 2021? No me crea a mí, amable lector. Puede usted verificarlo en la página del senado de la república, es información pública.
Lo que ha ocurrido en las últimas semanas parecen pinceladas aisladas en un enorme lienzo. Sin embargo, cuando uno las observa con detenimiento, es posible apreciar lo que se avecina para el fin del sexenio del gigante dormido. No deja de apenar mucho que el gobierno de un hombre que criticó tanto a sus predecesores por sus vínculos con grupos criminales o por haber llegado al cargo para enriquecerse sin piedad, vaya a terminar, posiblemente, mucho peor que ellos. Hoy, cuando el gobernador advierte los riesgos del avance del crimen organizado en Nayarit resulta imposible no esbozar una sonrisa y pensar en lo que ocurre en Huajicori, que tantas vidas ha costado.
En la situación que se vive en todo el estado, donde los grupos criminales tienen mayor peso que los gobiernos formales, no solo con la complacencia sino con la omisión de un gobierno que prometió ser diferente y se convirtió en peor que los anteriores. Cuando el gobernador habla de “los corruptos del pasado”, uno ve a los corruptazos del presente al lado suyo, co-gobernando, sonriendo en las conferencias de prensa y dando discursos sobre lo bien que estamos gracias a este gobierno.
Tal vez el doctor Navarro admira tanto a Roberto Sandoval que está empeñado en imitar sus pasos. Para Sandoval, el principio del fin llegó con la caída de Edgar Veytia en marzo del 2017. Para el doctor Navarro, quizá, los días nublados lleguen mucho antes. Es preocupante, porque serán días nublados para todos.
ESCENA POSTCRÉDITOS: Una de mis fuentes en el gobierno del estado me hizo notar algo que, para mí, había pasado completamente desapercibido: el negocio detrás de la reciente adquisición de una flotilla de vehículos. El doctor Navarro fue de los principales críticos de esa clase de prácticas en anteriores gobiernos y hoy parece haber hecho un negocio mucho más lucrativo. Corrijo: parece haberle permitido a Diana López Zurita que lo hiciera. Resulta que el grupo que arrendará financieramente dicha flotilla de vehículos es Grupo Andrade, propiedad del señor Francisco Mieres Fernández y su hijo, Ángel Mieres Zimmerman. Éste último, además de ser presidente del consejo de administración de Grupo Andrade, es también el presidente del consejo de administración de Heraldo Media Group. Así es, amigos lectores, fue un negocio redondo: no sólo hacen negocios al amparo del poder, sino que compran también buena publicidad para callar lo que ocurre en el estado. Como usted recordará, la articulista más destacada de dicho medio de comunicación es, precisamente, la maestra Diana López.
En unas horas tendré los documentos que ayudarán a saber qué tan jugoso fue el negocio para la respetada articulista y funcionaria, pero presumo que es bastante jugoso. Como sabemos, ella y sus amigos no dan paso sin huarache. Les estaré informando en una nota más amplia. Grupo Andrade son considerados los proveedores favoritos de los gobiernos estatales en esta clase de servicios, donde han sido señalados de prácticas corruptas y competencia desleal.